Concepto de Competencia

¿Cuál es el significado de «Competencia»?

La palabra competencia tiene dos raíces etimológicas. Por un lado se relaciona con los términos griegos agón y agonistes, que aludían a aquel que estaba preparado para ganar las competencias olímpicas. Por otro lado, se asocia al vocablo latino competeré, que se vincula con la responsabilidad de hacer algo, porque es de la incumbencia de uno.

(En una competencia se busca demostrar habilidades)

(En una competencia se busca demostrar habilidades)

Ambas acepciones se mantienen en el presente y se entrelazan, puesto que cuando hablamos de “competir” en el sentido de enfrentar a otro en una actividad determinada para que solo uno resulte el vencedor presupone la demostración de habilidades, capacidades o destrezas para lograr esa meta.

Competencia en el juego y el deporte

Son muchos los juegos y deportes en los que hay una cantidad de individuos o grupos de individuos que se esfuerzan por lograr con la mayor precisión posible la concreción de una meta o tarea. Ya sea que exija destreza, habilidad, velocidad, inteligencia o resistencia, en la mayoría de las actividades de este tipo es más importante el resultado de uno en comparación con el otro que lo que se hizo efectivamente; eso sucede, por ejemplo, en una competencia deportiva.

La expresión ‘buen competidor’ en este ámbito hace referencia a aquellos deportistas que, sin restarle importancia a su tarea, no olvidan aquello de que no todos podrán ganar, y que es fundamental saber superar las derrotas y sacar el mayor aprendizaje posible de ellas, reconociendo los méritos de quien gana.

Competencia en el sistema económico

En la economía, la competencia es el elemento central de la organización del mercado en las sociedades capitalistas. Se asume que los individuos buscan maximizar su satisfacción, y cuentan con una cantidad de dinero de la que querrán sacar el mayor provecho posible. Paralelamente, las empresas también concurren al mercado buscando colocar sus productos y maximizar su beneficio, intentando atraer a los consumidores de algún modo.

Se asume que las empresas, de manera más o menos abierta, se disputan la clientela, de eso modo se genera lo que se denomina competencia. El llamado modelo de competencia perfecta (fundamento de la economía clásica) pone como supuesto la existencia de un bien homogéneo, es decir, que todas las empresas comercializan lo mismo: el único modo para competir es ofreciendo mejores precios.

En la práctica, la competencia no suele ser de esa manera y hay muchas formas de competir, incluso a veces y lamentablemente se hace esto de modos desleales, faltando a la verdad o a la ética empresarial. También se compite en otras esferas, como en la política cuando hay elecciones y los partidos políticos compiten a través de sus candidatos.

La competencia como capacidad

Como ya se indicó, la competencia es también el conjunto de conocimientos necesarios como para intervenir en un asunto. De este modo, en el derecho se lo utiliza para referirse a la jurisdicción que regirá en algún caso, incluyendo el lugar o la materia. Todos los jueces tienen competencia sobre ciertos asuntos y en ciertos lugares, donde tienen la atribución de dictar fallos.

En las relaciones interpersonales, las competencias son los conocimientos que tienen las personas sobre determinadas áreas, lo que las vuelve idóneas para intervenir en ciertas cuestiones y ejercer diversas funciones. También se emplea este término en la ciencia del desarrollo del pensamiento, y se reconoce como parte fundamental de la preparación de un individuo a la adquisición de competencias elementales durante la educación primaria y secundaria.

Además, en la vida por fuera de la escuela, las personas van adquiriendo diferentes competencias, que les permitirán desde comunicarse adecuadamente con los demás hasta tener mejores oportunidades laborales. En este último caso, en el Currículum Vítae los postulantes a determinado trabajo especificarán en detalle sus competencias.

Asimismo, cuando se define un organigrama de trabajo, se suelen establecer con claridad las competencias de cada uno de los involucrados en el proyecto, esto es, qué es exactamente lo que cada uno debe hacer. Esto contribuye al éxito del proyecto y evita numerosos conflictos, pues está claro hasta dónde llega la responsabilidad de cada uno.

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