Significado de convivencia
A la hora de definir la palabra «convivencia«, podemos decir en líneas generales que es la acción de vivir en compañía de otros u otros. En la mayoría de los casos, la convivencia es impuesta desde el día en que el individuo llega al mundo.
Primero debemos convivir con nuestra madre, luego con el resto de la familia y también con la sociedad, tanto en la escuela como en el lugar de trabajo. La tolerancia, la coexitencia y la cohabitación son algunos sinónimos de este término.
La convivencia tiene relación con el objetivo de coexistir de manera armoniosa y pacífica en un determinado grupo de personas en un espacio en particular.
Una misma persona puede convivir con más de un grupo al mismo tiempo; por ejemplo, tendrá una convivencia en su hogar y a su vez, la convivencia con las demás personas que habitan en su ciudad o vecindario.
Características de la convivencia
La interacción con el resto de los seres humanos es inevitable y, por esta razón, se debe dar importancia a una convivencia sana y que promueva el bienestar.
No obstante, no es tarea fácil llevar a cabo una convivencia exitosa debido a que las diferencias y las características de cada individuo entran en juego a la hora de relacionarse con los demás.
Las diferencias que ocurren con más frecuencia pueden ser aquellas que aluden a la política, a lo social o a lo cultural.
Como bien dijimos con anterioridad, la convivencia no sólo incluye a la relación que se tiene con las personas con las que se comparte un mismo hogar, sino que también con los amigos o los compañeros de trabajo con los que debemos convivir ciertas cantidades de horas al día y con quienes, en muchos casos, convivimos más tiempo que con aquellas con las que elegimos hacerlo en nuestra vida privada.
Es decir, nos vemos obligados a convivir en la sociedad tanto con las personas con las que decidimos compartir proyectos personales y con aquellos con los que no compartimos más que un espacio o acción en común.
La convivencia según la ciencia
Según especialistas en psicología, sociología y medicina, la convivencia es esencial y trascendente para alcanzar el bienestar emocional y para mejorar la salud de cada individuo que pertenece a la misma.
Para comprobar esta certeza, se han realizado estudios donde se pudo apreciar que las personas solitarias suelen encontrarse más predispuestos a sufrir accidentes, enfermedades relacionadas a la mente y suicidio, entre muchos otros conflictos.
Esta afirmación no implica que las personas no deban ser independientes o poseer confianza propia, pero el apoyo de las personas que se encuentran en nuestras vidas y la compañía son igual de esenciales e importantes que las características anteriores.
Convivencia en armonía
Debido a que no resulta fácil lograr una convivencia positiva y sin conflictos, podemos establecer ciertas condiciones fundamentales que se deben cumplir para tener un resultado más satisfactorio.
Por ejemplo, será imprescindible que exista la figura de un amo que se presentará como cierto líder de ese grupo de personas y que, en muchos casos, será el encargado de que convivan todos juntos en paz y armonía.
A su vez, debemos respetar las diferencias y los distintos puntos de vista que cada individuo posee por más diferente que sea al propio.
Si se desprecia o minimiza la opinión de los demás, es probable que las consecuencias de esta acción no sean positivas para la convivencia. Es por esta razón que desarrollar la tolerancia hacia los demás es fundamental para la armonía y para una experiencia más gratificante.
Por último, la solidaridad entre las personas sujetas a convivir también es importante para obtener resultados gratos, debido a que un grupo de seres humanos que se protegen entre ellos mismos crea un vínculo irrompible para sus protagonistas.
Cuanta más conexión y entendimiento exista entre los mismos, más grata y exitosa será la convivencia.
En muchos países donde el nivel de migración es alto, las personas que provienen de otros lugares del mundo suelen juntarse para convivir en un mismo espacio, debido a su complicada situación económica.
Estas convivencias suelen tener resultados muy enriquecedores e interesantes, pero a su vez pueden llegar a traer conflictos relacionados a la discriminación racial o religiosa. No obstante, no se necesitará más que un poco de tiempo para que estos roces entre las diferentes culturas sean comprendidas por sus actores y puedan así aprender cada uno del otro y rescatar el lado positivo de esa situación tan difícil en la que se encuentran.
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