Significado de Egoísmo

El egoísmo es una actitud humana que aparece cuando una persona no es realmente desinteresada en sus actos o cuando no piensa en los demás, sino solo en sí misma. Para señalar a una persona que actúa de esta forma hablamos de alguien egoísta.

Egoísmo

(Egoísmo entre niños.)

El tóxico egoísmo

La palabra egoísmo proviene del latín, formado por dos palabras, una es ego (que denomina al ser individual) y la otra es ismo (determina la práctica de algo, en este caso de acciones repetitivas que solo benefician a uno mismo). En el idioma español la palabra egoísmo no tiene existencia hasta el año 1786, aunque en otros idiomas se vio registrada con anterioridad, por ejemplo en latín en 1722 o en el idioma italiano en 1762.

El egoísmo es una actitud tóxica y dañina para las personas, ya que los lleva por la vida guiados solo por sus propios intereses. Esto termina llevándolos a una vida de soledad, ya que están cegados en lo que los beneficia a ellos mismos y no piensan en otras personas, no tienen intenciones de compartir, ayudar o colaborar en una causa que no los involucre o beneficie directa o indirectamente.

El egoísmo en los niños

Se dice que los niños son egoístas por naturaleza, que es normal que no quieran compartir, pero se les debe enseñar a cambiar ese pensamiento. Generalmente, este tipo de actitudes son adquiridas o aprendidas desde que se es un niño. Por ejemplo, si un infante ve que sus padres actúan de esta manera, teniéndolos como un ejemplo a seguir, él copiará su modo de actuar porque piensa que es lo correcto.

Si no se corrige a tiempo, es probable que este pequeño termine teniendo una limitada vida social, ya que sufrirá el rechazo de los demás pares. En cambio, si la actitud es adquirida, resulta que los padres no le enseñaron cómo debía desenvolverse, a compartir o determinados modales que son necesarios en la sociedad.

Normalmente, esto sucede con los niños que son hijos únicos, ya que en la casa de familia si no conviven con otros niños, toda la atención es para ellos, o son considerados especiales por alguna característica (por ejemplo, por alguna enfermedad que los limite) y reciben así, casi obligatoriamente, más atención. Los pequeños seguirán con este modelo por el resto de sus días a no ser que se lo corrija a tiempo.

De todas maneras no podemos esperar que un niño de un año comprenda estos términos si tratamos de hablarles, sin embargo no hay que subestimarlos pensando que no comprenden el accionar. Si hay dos niños y le doy todos los juguetes a uno y al otro nada, el primero sentirá privilegio y querrá que así continúen siendo las cosas.

Un poco de egoísmo es positivo

Hay que tener mucho cuidado, porque ser apenas un poco egoísta no es malo. Es necesario pensar en uno mismo a veces, tener consideración por nuestras propias necesidades, no ser siempre entregado a los demás porque nosotros mismos necesitamos cuidados también, en este último aspecto me refiero, no solo a cuidados físicos, también a dedicarse tiempo, pensar en los deseos propios, hacer lo que uno desea de vez en cuando.

Por ejemplo: «Hoy quiero almorzar lo que yo quiera», en vez de consultar qué quieren comer todos.

Egocentrismo

Se habla de egocentrismo para referirse a las actitudes egoístas, y también a aquella persona que siente que el mundo gira en torno a sus necesidades, deseos y caprichos, a esa persona que no puede hacer a un lado su pensamiento para dar lugar al de otra persona.

Pongamos un ejemplo: Tomamos el transporte público para volver a casa, encontramos un asiento vacío y decidimos sentarnos. En la siguiente parada del transporte, sube una señora que tiene un bebé en brazos. Nosotros estamos sentados y cómodos, lo correcto sería levantarse y ceder el asiento a alguien que definitivamente lo necesita, ya que no puede ir de pie con un niño tan pequeño. Una persona egoísta no se pararía, porque privilegia su propia comodidad antes que la de los demás. 

Altruismo, lo opuesto del egoísmo

El término proviene del vocablo altruisme, que es «filantropía«; y del término latín alter que se traduce como «el otro«. Se trata de aquella conducta que tienen algunas personas de dar atención y ayuda a otros, aún cuando tales actos perjudiquen el bien de la persona practicando el altruismo. Por esta razón, se lo considera lo opuesto al egoísmo. El altruista es aquella persona que busca el bien ajeno sin importar el propio, lo que implica un sacrificio personal de su parte.

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