Significado de Ética

¿Qué es la Ética?

Significado: La ética comprende el estudio de la moral y de la conducta humana, especialmente en lo que respecta a los criterios que subyacen cuando se juzga como buena o como mala una acción. La palabra deriva del griego y significa ’costumbre‘, y se la considera una rama de la filosofía porque estudia los comportamientos sociales valiosos para establecer normas, que, en muchos casos, serán simplemente lineamientos conforme con los cuales se espera que las personas actúen, mientras que en otros casos serán los que se recomiendan o bien los que tengan cumplimiento obligatorio.

Como ejemplo de las normas éticas que no están reglamentadas podemos ver la no apropiación de un contenido periodístico (por ejemplo, una fotografía) sin citar la fuente de la que fue obtenida, mientras que como ejemplo de una que sí requiere de su cumplimiento por vías legales se puede mencionar la falsificación de documentos públicos.

Sin embargo, se considera que la ética está en un eslabón superior a la Ley puesto que mientras las reglamentaciones están en constante cambio y son perfectibles, la ética se considera como la plenitud de la acción humana. Personas claves en la historia de la humanidad (como Mahatma Gandhi o  Martin Luther King, por dar unos pocos ejemplos) se opusieron a leyes injustas apegados a principios éticos férreos, que se consideraron positivos y muy acertados tiempo después.

(La Ética. Representación artística.)

(La Ética. Representación artística.)

La Ética y la Filosofía

Son muchos los filósofos que, en distintas épocas, dedicaron gran parte de su trabajo a reflexionar acerca de las normas éticas más valiosas para el hombre y su vida en sociedad. Aristóteles fue el propulsor de este pensamiento sobre la ética, considerando que la felicidad es el fin de toda la acción humana y la ética es uno de los medios para alcanzarla, a través de la bondad y la virtud.

De todos modos, seguramente el más influyente haya sido Immanuel Kant, y su visión fue la de la ética del deber, al plantear que la conciencia de lo que se debe hacer (idea que remite inmediatamente al imperativo categórico que formuló este autor) es lo que rige los actos buenos. Una división que puede hacerse entre las concepciones de la ética es la que diferencia entre la deontológica (centrada en las acciones y la conducta) y la teleológica (centrada en los resultados y no en las acciones en sí mismas).

Las ramas de la Ética

Las ramas de la ética son diversas y se ocupan de distintas dimensiones, abarcando desde su relación con los principios morales más elementales (básicamente, la justicia y la bondad) hasta cuestiones normativas que imponen reglas éticas concretas. Aquí debe contemplarse un caso particular, que es la ética aplicada a determinadas profesiones y ocupaciones.En este marco podemos ubicar a la bioética, que se ocupa de los criterios morales de la medicina y la biología;, la ética ambiental, que atiende a la relación de los seres humanos y el medio que los rodea; y a la ética militar, que contempla los valores y principios que orientan el proceder castrense, además de las reconocidas deontologías profesionales, que establecen los principios que se respetarán durante el ejercicio de ciertas profesiones en las que el respeto por las personas y sus derechos resultan imprescindibles, como cuando intervienen médicos, psicólogos o abogados.

Estas profesiones tienen en general juramentos específicos obligatorios (el más conocido es el juramento hipocrático, que realizan los médicos al recibir su diploma) en los que se comprometen a ejercer su profesión atendiendo a todos esos principios éticos. En otras profesiones, como la del periodista o el fotógrafo, aun cuando no se pase por esa instancia formal de juramento, exigen el compromiso ético de salvaguardar el derecho a la privacidad, sobre todo cuando  hay menores de edad de por medio.

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