Significado de fascista
El término fascista hace referencia a aquella persona que adscribe a las ideas del fascismo. La palabra «fascismo» a la vez deriva de «fasces», la unión de treinta varas de madera atadas con una cinta roja, sosteniendo generalmente un hacha.
Este símbolo, originariamente atribuido a los reyes etruscos, representaba el poder de los antiguos emperadores romanos sobre sus tierras. El fascismo surgió en Italia, en período de entreguerras. Es considerado uno de los movimientos totalitarios que surgieron luego de la Primera Guerra Mundial, que supo canalizar el sentimiento nacionalista y el descontento de los países, para llevar a cabo la toma del poder, volviéndose uno de los regímenes más antidemocráticos y sanguinarios hasta la fecha.
El fascismo en Italia y en Europa
Encabezado por Benito Mussolini, el fascismo se presenta como un sistema nacionalista muy fuerte, donde todo el accionar político y económico se encuentra dirigido por la figura de Mussolini. Se promovía un fuerte estatismo, siendo considerado bajo el término de «corporativismo». Esto implica que ya no es el centro el individuo o la clase (las ideas marxistas y anarquistas estaban presentes en la Italia de la época), sino que el Estado se presenta como aquella unidad única a la cual el ciudadano debe servir y seguir ciegamente.
Bajo el uso de la propaganda oficial, a través de la manipulación de diarios y radios, se produce una censura total de cualquier otro tipo de expresión que no sea la del partido único. Por esta razón es considerado como un gobierno totalitario. Formó parte de las denominadas «Fuerzas del Eje», junto a Alemania y Japón.
El término fascismo también sirvió para definir las prácticas del nacional socialismo alemán o nazismo, bajo el ala de Adolf Hitler. El nazismo y el fascismo se destacaron por su fuerte rechazo y la persecución y tortura a opositores y minorías de todo tipo, siendo más resonante el holocausto judío por parte del nazismo, debido a las proporciones colosales y las horrorosas prácticas.
Además de esto, ambos utilizan el concepto de nacionalismo como motor de la sociedad toda, con una fuerte tendencia verticalista, es decir, es el líder quien dirige, sin otro partido o participación política. Estos dos países pertenecían a la llamada «tercera posición«, ya que rechazaban el típico capitalista occidental, pero a la vez manifestaban un profundo rechazo por el comunismo propio de la Unión Soviética.
Sin embargo, estas dos formas de fascismo presentan algunas diferencias:
- El fascismo alemán insistía principalmente en el concepto de raza como explicación del mismo.
- El fascismo italiano tiene como eje central el concepto de Estado. Es este carácter estatista lo que distinguirá al fascismo italiano.
Estas fueron una de las experiencias más traumáticas del siglo XX, ya que no sólo fueron regímenes autoritarios dentro de su terreno, con todo lo que eso implicó para su población, sino que también se caracterizan por sus ambiciones imperialistas, es decir, de expandirse a otros territorios a través de las conquistas militares.
Connotación actual de la palabra «fascista»
Luego de la desaparición del Reich alemán y del fascismo en Italia, estas ideas fueron sepultadas y consideradas como aberraciones que irrumpieron en el desarrollo de la historia occidental. A pesar de pequeños brotes aislados, estas ideas se consideraron acabadas por el horror que habían generado.
Lamentablemente, este último tiempo hemos sido testigos del resurgimiento de ideas ultranacionalistas en Europa, revindicando muchas ideas del fascismo.
Esto suele aparecer generalmente en contextos de crisis, ya que utilizan el descontento de la gente, culpando a los inmigrantes del malestar del país e insistiendo en la necesidad de un pensamiento nacionalista.
Sin embargo, ninguno de estos grupos que puedan ser considerados «neo fascistas» se reconocería bajo este calificativo, debido a que el tan sólo nombre de esta palabra conlleva la carga histórica de las atrocidades cometidas por estos regímenes autoritarios. El término fascista suele ser utilizado más bien como un insulto en la actualidad.
Se suele decir que alguien es fascista cuando propone o realiza prácticas de ultra derecha, principalmente si se trata de motivos étnicos o religiosos. Cualquier práctica antisemita (o más recientemente contra los musulmanes) y la necesidad de un accionar estatal frente a estos problemas, suele ser considerado pro-fascista. Sin embargo, es una acusación muy grave.
Es importante tener presente el terror que trajo al mundo occidental el fascismo para que esto no vuelva a suceder, ni nadie más tenga que ser acusado de fascista.
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