Significado de Filosofía

¿Qué es la Filosofía?

El significado del término filosofía debe su origen al griego y significa ‘amor por el conocimiento’. Pese a que esta definición parece colocar a la filosofía en el plano de los sentimientos (se cree que fue Pitágoras quien, de esta forma, intentó diferenciarla de la sabiduría), en realidad es una disciplina científica que se ocupa de responder a los grandes interrogantes que penetran en la vida de las personas y que no pueden ser analizados como saberes concretos, comprobados empíricamente.

Se puede decir que las reflexiones filosóficas son actitudes naturales del hombre ante su existencia y la de toda su especie. El concepto de filosofía como actitud se consolida a partir de Sócrates, quien se diferenció de los sofistas y que comenzó un proceso de búsqueda del conocimiento más puro. Así, negó su propio conocimiento y desde ahí buscó de forma apasionada llegar a la verdad.

Significado de Filosofia. Cuadro sinóptico, clasificaciones.

Filosofía como Ciencia

La filosofía en cierto modo comparte con la religión el interés por las cuestiones más elementales a las que las personas buscan darle explicación, pero la filosofía lo hace desde un punto de vista racional y no bajo la creencia firme en revelaciones divinas. Tampoco se basa en experimentaciones científicas con demostraciones y teoremas, ya que las preguntas están contextualizadas y en muchos casos su respuesta también lo está: el pensamiento filosófico nunca está finalizado, y a través del ejercicio de la reflexión racional sobre las preguntas se pueden hacer avances hacia las respuestas, que no siempre llegan del todo. De cualquier manera, la filosofía no está exenta de la sistematización que se le exige a las ciencias, y tiene muchas similitudes con otras ciencias sociales, como la sociología o la psicología.

Evolución del Pensamiento Filosófico

La historia de la filosofía fue mutando a partir de los grandes pensadores (como el ya mencionado Sócrates), quienes cambiaron completamente el eje en el que se sitúa el pensamiento y la reflexión del hombre, pero también fue cambiando con la dinámica de los pueblos y sus principales cuestiones. Así, el primer período estuvo marcado por la búsqueda de respuestas a preguntas sobre la naturaleza del mundo que rodeaba al hombre, cuando poco era lo que se sabía sobre astronomía.

Luego la filosofía tendió a ocuparse más sobre el ser humano, sus pasiones y sus acciones en la política y con respecto a la ética. Esto fue tomando mayor importancia, y la ética dominó completamente la filosofía hasta que en la modernidad se subdividió en una cantidad bastante grande de ramas, que es como se presenta en la actualidad. Sumado a las ramas ya mencionadas, la filosofía del lenguaje, la lógica (que atiende a saber cuáles son los razonamientos correctos), la gnoseología (el estudio de la historia del conocimiento humano y, con ello, de sus límites) y la metafísica (el estudio de la naturaleza de la realidad, tal vez la rama más abstracta y dificultosa de la filosofía) ocupan gran parte del interés de los filósofos de la actualidad.

Hay determinadas corrientes filosóficas que se alejan de las tradicionales formas de ejercitar el pensamiento en Occidente y se apoyan en otros principios: la filosofía oriental, con el budismo como su mayor exponente, hace un tratamiento muy especial de la cuestión de la energía vital, y ha tenido amplia difusión en todo el mundo.

Existe un preconcepto muy arraigado que sostiene que la filosofía solo puede ser entendida por personas especialmente preparadas y sabias. Sin embargo, a veces son los filósofos y su modo de hablar lo que dificulta la divulgación de estos conocimientos (que por ser de naturaleza eminentemente humana en el fondo atañen a todos) lo que hace que la filosofía se perciba como algo muy teórico y alejado de la cotidianidad del hombre común.