Significado de Hedonismo
La palabra hedonismo proviene del griego hedone, que significa placer. Justamente, es una doctrina considera que el único bien es el placer mientras que el dolor es el único mal. La felicidad humana depende el placer.
Según esta doctrina el placer es el único y más alto bien. Es posible diferenciar dos vertientes del hedonismo.
- Por un lado, el hedonismo lato, de carácter individualista relacionado con el utilitarismo.
- Por otro lado, el hedonismo en sentido estricto en el que se diferencian el placer sensible e inferior del espiritual o superior.
En este aspecto podremos diferenciar lo que es el hedonismo absoluto y el hedonismo mitigado (llamado también eudemonismo).
Las características del hedonismo absoluto
El hedonismo absoluto considera que el único bien es el placer mientras que el único mal es el dolor (ambos en el sentido de lo sensible).
- Para esta doctrina el placer está relacionado con el bien, mientras que el dolor con el mal.
- En cuanto al placer, el supremo de todos es el placer sensible, que es superior al placer espiritual.
- El placer sensible se busca en lo presente, ya que el pasado no existe y no sabemos con certeza cómo será el futuro.
- La virtud tiene como función elegir el placer más intenso.
- La prudencia es la única que puede controlar y superar el hedonismo, es decir que, quien es sabio, logra dominar y no esclavizarse por el placer.
Las características del hedonismo mitigado
Por otro lado, para el hedonismo mitigado, el placer antepone el placer espiritual al sensible.
- Predomina en esta postura el placer espiritual (chara) sobre el placer sensible (hedone).
- Existe una diferencia entre lo que es el placer de movimiento (aquel que se produce cuando se satisface una necesidad o deseo) y de reposo (una vez que se han eliminado todas las necesidades).
- Se acepta el placer presente si no produce dolor a posteriori.
- Se rehúsa del placer que no genera más placer en el futuro.
- Acepta el dolor presente que pueda general placer en el futuro.
- El fin último de esta doctrina es llegar a la ausencia de dolor (aponia). Este estado genera tranquilidad y en ello se encuentra la felicidad.
La escuela de Epicuro
Epicuro de Samos fue un filósofo griego que vivió entre el 341 a.C. y el 270 a.C. Su doctrina no fue comprendida de igual modo a lo largo de la historia e incluso se lo ha tomado como un libertino. Para este filósofo la felicidad se trata de vivir buscando el placer. Sin embargo, él no consideraba que el placer se relacione sólo con lo que excita los sentidos, sino que hay otras formas que sirven para evitar el dolor. Epicuro aseguraba que ningún placer es malo, sino que los medios que llevan a él sí pueden serlo. La escuela de los epicúreos fue fundada por los hedonistas racionales que siguen la doctrina de este pensador.
Para Epicuro existen deseos que son naturales y necesarios mientras que existen otros que no lo son. Deseos naturales son la necesidad de alimentarse, de saciar la sed, de evitar el frío o de sentirnos seguros. En cuanto a los deseos naturales pero no necesarios se hallan los de la conversación placentera, el deseo sexual y el arte. Finalmente, deseos innaturales son la fama, el poder y el prestigio.
La escuela de los epicúreos tuvo un gran número de seguidores y se mantuvo en pie siete siglos después de que el filósofo hubiera muerto. Durante el período de la Edad Media esta filosofía perdió importancia pero luego resurgió y continúa hasta la actualidad.
Para los epicúreos la razón es importantísima, ya que el placer verdadero sólo es alcanzable mediante ella mediante el dominio de uno mismo y la prudencia.
Conclusiones
Podemos decir que para esta doctrina el placer no es bueno ni tampoco malo, sólo existe y los seres humanos tenemos la capacidad de experimentar placer. Lo que determina si el placer es bueno o malo son los medios que empleamos para buscarlo. El exceso de placer se denomina vicio. Por otro lado, el placer no es meramente sexual, sino que existen otros medios de evitar el dolor. Para Epicuro el placer más elevado es una vida sencilla y moderada, conjuntamente con una amena conversación con amigos.
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