Significado de Historia

¿Qué es la Historia?

Significado: La historia es una disciplina ubicada clásicamente dentro de las ciencias sociales, en ella se intenta comprender el pasado de la humanidad desde la perspectiva del presente. En la cotidianeidad, el término se lo utiliza también como sinónimo de cuento o relato situado en el pasado, más allá de que tenga o no relevancia social.

Si bien historia ha habido desde que los hombres se agruparon para realizar cualquier actividad, se sitúa el comienzo de la historia en la aparición de la escritura, en la Península asiática, alrededor del año 3300 antes de Cristo. A partir de ese momento se considera que se pueden fijar los acontecimientos en el tiempo y diferenciarlos de lo que se dio en llamar prehistoria. Esta última comprende un extenso período de tiempo del cual solo ha sido posible rescatar solo algunos elementos testimoniales y culturales bastante inconexos entre sí.

(Significado de Historia. Papiro.)

(Significado de Historia. Papiro.)

Una mirada al pasado para entender el presente

Mirando el pasado se puede entender con mayor facilidad la dinámica de los hechos del presente. Incluso a veces, el origen histórico de algún hecho debe buscarse en circunstancias ocurridas muchos años antes. Así, por ejemplo, el período hiperinflacionario que vivió Alemania en la década que se inició en 1920 fue, tal vez, la expresión más dramática que la historia conoció sobre la desvalorización completa de una moneda, y no son pocos los que atribuyen la gran disciplina y rigidez en la emisión de dinero que tiene Alemania en la actualidad al enorme temor que tienen de que eso vuelva a suceder (pese a que la mayoría de los alemanes de hoy no haya vivido ese lamentable período). Es decir que la historia moldea la personalidad de los pueblos.

Fuentes de información de la Historia

La historia no es una disciplina fácil de abordar, sus fuentes son limitadas y cuanto más lejano en el tiempo sea el acontecimiento de interés, más difícil será acceder a esas fuentes. Documentos, periódicos, correspondencias, obras artísticas, objetos de la vida cotidiana y testimonios orales directos son las fuentes que permiten investigar un acontecimiento. Sin duda no se trata de una disciplina exacta, y el conocimiento de los hechos del pasado a menudo surgen como un “rompecabezas” que hay que saber armar (esto es especialmente cierto en el caso de la prehistoria). Pero es indudable que la averiguación e interpretación de los hechos trascendentes del pasado repercuten en la dinámica de las sociedades, incluso de su futuro.

En función de esto último es que siempre se debate el modo de investigar la historia. Se sabe que en todos los países hay determinadas figuras que tienen una valoración positiva, otras tienen una valoración negativa y otras se prestan a la discusión. Si bien la historia como disciplina no debería expresar calificaciones sobre el desempeño de las personas, es la educación la que suele definir quiénes son los héroes o próceres y quienes los tiranos. Esta definición muchas veces se hace sobre la base de criterios políticos, y en los últimos años, ha aparecido una corriente de historiadores en muchas partes del mundo llamada ‘revisionistas’, que buscan reinterpretar la historia desde una perspectiva diferente a la de la “oficial” (avalada por los planes de estudios). En ningún caso habrá neutralidad al contar la historia, y la mejor forma de educar seguramente sea explicando que aun las grandes gestas libertadoras de los países fueron realizadas por seres humanos, con sus defectos y virtudes.

La historia se relaciona mucho con otras ciencias, entre las que se destacan la geografía, la sociología, la economía y la filosofía. En el marco de esta última, hay debate acerca de si la historia tiende a tener una linealidad y un fin determinado, o si no es más que una sumatoria de hechos relativos a los distintos contextos.

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