Significado de Homofobia
Parte de los fenómenos sociales son las discriminaciones, si bien es un aspecto negativo de la cultura, es algo que se encuentra día a día, puede ser de forma sutil o realmente agresiva. Uno de los más habituales es la homofobia, a pesar de las incansables campañas que se realizan para naturalizar las diferentes orientaciones sexuales en muchos países occidentales.
¿Qué es la homofobia?
La homofobia es un tipo de fobia que consiste en el rechazo extremo, incluso la repugnancia, hacia las personas de orientación homosexual.
En qué consiste la homofobia
Una fobia es un miedo irracional e intenso que sienten determinadas personas frente a un individuo, actitud, objeto, característica o hecho en particular. Las hay tan diversas como complejas y tiene diferentes orígenes, dependiendo de la experiencia de cada sujeto. Algunos tienden a confundir la fobia con el miedo, ya que se suele utilizar se manera cotidiana. Lo cierto es que es un trastorno y genera suficiente malestar a quienes lo padecen como para requerir tratamiento, sobre todo cuando perturba no sólo el actuar, sino que influye en uno o varios ámbitos de la vida.
En el caso de la homofobia, este es un trastorno que se estipula dentro del manual de diagnóstico psicológico. Esta aversión a quienes son homosexuales no sólo se limita a este aspecto, sino que también se suele tener con todas aquellas personas con cualidades que se relacionen con otras conductas sexuales, desde los movimientos femeninos en los hombres, la masculinidad en mujeres, la transexualidad, la bisexualidad e incluso los metrosexuales, entre otros.
Hechos relativos a la homofobia
La democracia, la libertad de pensamiento, la lucha por la igualdad, por hacer valer los propios pensamientos, hace que las personas puedan referirse y opinar respecto a temas tan importantes y trascendentales para la humanidad, como el derecho a estar libremente con una pareja, independientemente del sexo de su cónyuge. Es por ello que algunos se manifiestan a favor, sin ser necesariamente homosexuales, y otros en contra. Algunos de los opositores señalan que no se trata de homofobia, sino que solo de una diferencia de opiniones o ideales, lo cual abre el debate en la sociedad y entre las propios civiles.
De igual manera, existen quienes señalan no tener nada en contra de homosexuales, pero prefieren no ver estas conductas o que sus hijos no lo hagan, estableciendo ciertos márgenes o límites sobre lo que aceptan y lo que no. Pues bien, esto sí corresponde a actitudes de rechazo, aunque no siempre se trata de un trastorno fóbico.
La homofobia como fenómeno cultural
Las religiones en su mayoría han marcado la cultura y diversas sociedades del mundo, estableciendo normas de comportamiento donde las de connotación homosexual se encuentran en el ámbito de lo que está prohibido, es decir, es pecado.
Las políticas durante siglos se han establecido en torno a la religión, sobre todo en los países católicos, aunque no son los únicos, los budistas, judíos, islámicos, entre otros, también tienen gran incidencia en su población. Sin embargo, es en las regiones occidentales donde se ha ido tomando distancia, brindando las mismas posibilidades a homosexuales, instaurando leyes que no sólo permitan que puedan casarse y formar familia, sino que les brinde la protección necesaria para castigar cualquier conducta homofóbica en dicha comunidad.
La homofobia en la historia
En la Edad Media eran castigadas las conductas sexuales anales, si bien el término de sodomía sólo surgió durante el siglo XI, este concepto proviene de la Biblia, específicamente en la historia de Sodoma y Gomorra. Sin embargo, se extiende el castigo a cualquier práctica sexual que no sirva para reproducir la especie. En este sentido, tanto hombres como mujeres que lo practicasen se denominaban sodomitas.
Durante el Siglo VI se buscaba castrar a hombres que mantuvieran relaciones «antinatura», además eran expuestos en público. Fue recién en el Siglo XIII cuando cesa la persecución, pero aún así sigue siendo mal vista, ya que forma parte de los pecados castigados por Dios, al menos en el continente europeo.
Esto fue así durante los siguientes periodos, donde en distintos países de dicho lugar geográfico comenzaron a tratar de herejes y a sancionar mediante la ley a los que eran sorprendidos manteniendo conductas homosexuales.
Pero en la historia, esta discriminación estaba lejos de acabar. Durante el siglo XX aparecen distintos mandatarios dictadores que se encargan de atrapar y exterminar a los «desviados», un ejemplo de ello es Adolfo Hitler (Alemania), también Franco (España), entre otros.
La homofobia en la actualidad
A pesar de que la homosexualidad en muchos países occidentales no es condenada, las estadísticas sobre persecuciones hechas a la población homofóbica pueden llegar a ser alarmantes. Incluso, el número de asesinatos es una alarma para determinados países donde surge la necesidad de brindar protección a homosexuales. Dentro de los países que encabezan la lista de muertes, se encuentra Brasil con 122 tan solo en un año (2007), siguen México y Estados Unidos.
Existen ciertas conductas o hechos que existen en la sociedad y que no son visibles pero sí son parte de la homofobia, éstas son discriminaciones en el ámbito laboral, social, escolar, familiar, etc. Donde hay casos en las cuales se descartan personas para determinados puestos, por el hecho de tener una opción sexual distinta, en las escuelas también suele censurarse este tema y los chicos que muestran desde pequeños actitudes femeninas, tienden a ser víctima de burlas por parte de sus pares.
La presión social y familiar que viven muchos homosexuales, puede llegar a tal extremo que incluso los afectados pueden optar por el suicidio, sobretodo en personas menores de edad.
La pena de muerte en algunos países árabes, también Yemen, Sudán, Somalía, Nigeria, Afganistán y otros, es la solución o castigo máximo aplicado. Si bien la muerte ya es extrema, los métodos para provocarla suele ser aún peor, llegando también a la lapidación pública, tortura y sufrimiento previo.
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