Significado de Humildad

¿De dónde proviene el término humildad? Del latin Humilitas, del “humus” que proviene de la tierra, se entiende por ende que existen dos lugares en el espacio para encontrar nuestro lugar, uno es el de las deidades, el cielo. Y el nuestro, con las limitaciones propias del humano, lo terrenal. Sin embargo, existe otra explicación y ésta es que deriva de la palabra humilis, que hace referencia a una persona susceptible de ser puesto a nivel del suelo como ser inferior frente a otro (humiliari).

Distintos significados y acepciones de humildad

A través del uso del lenguaje, las variaciones en cuanto a su aplicación han ido adaptándose a distintos hechos. Por ejemplo:

  1. Se entiende por humilde a una persona que no cuenta sus logros, aunque los tenga y sean muchos. Con el fin de no alardear, evitando generar odio o envidia.
  2. Lo que viene de la pobreza, un barrio carente de recursos se considera humilde, extrañamente esto tiene una connotación buena.
  3. Alguien que no ostenta.
  4. Persona que acepta la sumisión como una forma de comportarse frente a otros, por ejemplo el empleado que sigue las órdenes de sus jefes, cumpliendo con todas sus obligaciones,  sin siquiera reclamar o hacer valer sus derechos.
  5. Quien acepta que sólo hay un superior y ese es Dios.

¿Qué es la humildad?

Es una virtud del hombre, como se mencionaba anteriormente, se caracteriza por saber cuáles son las propias debilidades y limitaciones, aceptándolas y actuando en consecuencia, siendo responsables de ellas, por lo tanto no tiene relación con la resignación, ni humillación.

Su opuesto absoluto es la soberbia, ya que ni la pretensión ni el egoísmo tienen lugar en un ser que se precie de humilde.

(Significado de la humildad. Frase célebre.)

(Significado de la humildad. Frase célebre.)

Características de alguien humilde

Una de las características que prima es la ausencia del sentimiento de superioridad, independientemente de todo lo que hayan logrado en la vida. «Son» en el mundo según su conocimiento, primero de sí mismos, luego del entorno, teniendo siempre presente sus capacidades, en lo que pueden aportar, y en sus limitaciones, aquello en lo que se declaran ignorantes y puede ser un obstáculo. Siempre dan lo mejor de sí.

La humildad posee distintos grados. Ser humilde no es una totalidad, ya que se puede poseer ciertos aspectos, grados o niveles de esta cualidad.

El primer acercamiento es el autoconocimiento, primordial para saber conscientemente las virtudes y limitaciones. Lo segundo es la aceptación, donde la persona no es una víctima de sus debilidades, sino que en este reconocimiento, se hace cargo de sus falencias. El tercer nivel y al que menos llegan, es el librarse del egocentrismo, no vivir ensimismados en sus propios problemas, sino que mirar por todos. Finalmente, el cuarto y más avanzado, es la entrega, donde lo que mueve es el amor y la caridad.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *