Significado de ignorancia

Podríamos definir a la ignorancia, a grandes rasgos, como el desconocimiento que se tiene respecto de algo.

Etimológicamente, el término ignorancia es un derivado del verbo «ignorar», que a su vez proviene del latín «ignorare» y significa «no saber».

El significado de este término depende del sentido que se le quiera dar. Son dos los sentidos que puede adquirir según como sea utilizado:

• La utilización peyorativa: cuando se utiliza como adjetivo con la intención de denigrar o insultar a un individuo o a un grupo de individuos.
• Para referir a la ignorancia absoluta: como sinónimo de estupidez. Cabe destacar que, en rigor, la ignorancia absoluta no es posible, ya que si algo es totalmente desconocido no puede alegarse ignorancia sobre ello.

La ignorancia como parte de la sociedad

Las personas percibimos aquello que es nuevo y no conocemos como algo peligroso, que nos genera temor. Es por ello que tendemos a la ignorancia frente al miedo que nos provoca la adquisición de nuevos conocimientos.

Vale resaltar que, en muchas sociedades, la ignorancia de la gente es aprovechada por quienes gobiernan para mantener el «statu quo«: es útil para manipular a las personas.

Esto es padecido, por ejemplo, por algunos sectores sociales, más precisamente aquellos de bajos recursos. Del mismo modo, la censura y la desinformación, intencionada o no, son herramientas que mantienen la ignorancia y facilitan el ejercicio del poder.

Ante esto, el mejor antídoto posible es la educación, cuyo libre acceso actualmente es reconocido como un «Derecho Humano» y en muchos países está consagrado en su Constitución.

En efecto, existen culturas y religiones que, en su ignorancia, no consideran seriamente a la ciencia y creen por el contrario en una voluntad divina. Así como los griegos y los romanos solían explicar los fenómenos naturales, atribuyéndolos a la acción de los dioses, hoy en día existen sociedades que desconocen, por ejemplo, los beneficios de la medicina moderna y, en lugar de acudir a un médico, visitan a un brujo.

Conocimiento imperfecto o desconocimiento

El segundo sentido del término ignorancia es cuando se lo utiliza respecto a un conocimiento concreto:

• Cuando no se sabe algo en particular
• Cuando se tiene un conocimiento imperfecto sobre algo.

Algo que sabemos que existe, pero que no sabemos qué es. Así, la ignorancia se transforma en una herramienta para conseguir el conocimiento del cual se carece.

Y por lo tanto, el estado de ignorancia es inversamente proporcional a la adquisición de conocimiento.

Cómo se adquiere el conocimiento

Para adquirir conocimiento el hombre se suceden los siguientes pasos:

1. Percibe un elemento de la realidad.
2. Interpreta esa información, utilizando los sistemas culturales y lingüísticos que residen en su memoria.
3. Al tomar conocimiento de qué es ese «algo», el hombre lo asume como realidad.

(Ignorancia)

En las sociedades avanzadas, a los efectos de eliminar la ignorancia, el individuo puede prescindir de la percepción, ya que la adquisición de conocimiento se basa en la tradición (entendiendo a ésta como un conjunto de creencias consideradas por una sociedad como parte integral de sus usos y costumbres) y en el razonamiento lógico-formal del mismo individuo.

Esto tiene la ventaja de poder aprender determinados conocimientos que serían prácticamente imposibles mediante la experiencia directa.

Por ejemplo, una persona puede decir, respecto de las matemáticas: «de eso no sé nada» para referirse a la ausencia de conocimiento que tiene sobre la materia.

Por otra parte, alguien podría tener información errónea y a la vez estar seguro de ello, al afirmar: «España se encuentra en América del Norte», demostrando su ignorancia sobre ese tema en particular.

Clasificación de la ignorancia

La ignorancia se puede clasificar de diferentes maneras:

Según su grado:

• Absoluta
• Relativa

Según su amplitud

• Total
• Parcial

Según su duración

• Provisional: lo que se ignora actualmente
• Definitiva: aquello que nos será imposible conocer porque ello excede nuestras capacidades cognoscitivas.