Significado de Libertad

¿Qué es la Libertad?

Por libertad se entiende a la posibilidad de disponer de la propia vida y destino y de actuar según el propio juicio y criterio, asumiendo los riesgos y afrontando correspondientemente las consecuencias que pueden traer aparejados sus actos.

(Libertad. Ilustración)

(Libertad. Ilustración)

Es un término que ha tenido una relevancia fundamental en la historia, siendo la lucha por la libertad la gesta más importante de todos los tiempos, la que convocó al mayor número de personas en el mundo. La pérdida de esa capacidad autónoma que otorga la libertad y su reemplazo por la sujeción al criterio de otro u otros es la esclavitud, afortunadamente abolida ya hace muchos años en la mayor parte del mundo.

Historia de la Libertad

Durante gran parte de la historia, una inmensa mayoría de personas no ha sido libre. La preeminencia que tiene la libertad en nuestra época y la concepción que se tiene hoy de la libertad, como indispensable para la vida, no era lo común. La posibilidad de ser libre estaba sujeta, básicamente, a la posición de la persona en la sociedad.

Así, en la Edad Media y en otras etapas anteriores, la esclavitud era vista como una institución necesaria para la sociedad, para la realización de las tareas más duras y pesadas. Movimientos culturales como el renacimiento o ideológicos como el iluminismo fueron despertando las conciencias de muchos acerca de la libertad como un concepto universal.

Las revoluciones que se dieron alrededor del mundo, con el precedente de la americana y la francesa, derrocaron a los regímenes que se arrogaban ese derecho a discriminar a quienes se comprendía como personas “inferiores”, y los reemplazaron por movimientos políticos en los que la libertad estuvo más presente. Sin embargo, no se puede comprender la libertad solo como esa capacidad individual de actuar sin imposiciones externas.

Alcances de la Libertad

La libertad se pone de manifiesto de muchas formas, algunas de las cuales generan rápido consenso, mientras que otras tienden a ser resistidas o, cuanto menos, son motivo de debate. La premisa suele ser: las personas pueden actuar de la forma que quieran, en tanto no perjudiquen ni coaccionen contra la libertad de otros.

Dicho en otros términos: la libertad de uno termina donde empieza la del otro. Así, resulta lógico que todas las personas tengan el derecho a profesar la religión que deseen, a tener y difundir las ideas que elijan, a ejercer con libertad todo lo relacionado con su sexualidad, siempre y cuando lo hagan en el marco del derecho y el respeto al prójimo. También parece ir en ese sentido la libertad de cátedra de los docentes, la libertad de reunión y asociación para el comercio y la libertad de usufructo de la propiedad.

Límites de la Libertad

Sabemos que las personas se organizan en comunidad con diferentes objetivos y emprendiendo diferentes caminos, y en ocasiones los límites de la libertad se ven en riesgo. Por ejemplo, la libertad de culto y de reunión no debe dar pie a la existencia de grupos que se reúnen para difundir fundamentalismos o  ideas xenófobas. La libertad para manifestarse en contra de alguna medida de gobierno choca con los derechos de otros ciudadanos a desplazarse por la ciudad, por ejemplo, lo cual a menudo ocurre cuando se cortan calles o puentes de acceso.

La libertad de trabajo no debería chocar con el derecho a la huelga, ya que todos los trabajadores tienen derecho de actuar conforme se lo dicta su propia conciencia, más allá de las decisiones de los gremios. En materia ética, existen muchos puntos de debate permanente: la libertad de elegir una muerte digna en enfermos terminales, la libertad de decidir sobre la maternidad de las mujeres, etc.

Se habla de libertinaje cuando bajo la apariencia del ejercicio de la libertad se pasa a comportamientos abusivos, donde otros miembros de la sociedad son afectados por el proceder irresponsable de unos pocos.

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