Significado de Lúdico
¿Qué significa «lúdico»?
La palabra lúdico es un adjetivo calificativo, que se usa especialmente para catalogar todas las actividades que producen diversión a una persona, particularmente las que realiza como un juego en forma recreativa. El adjetivo se desprende de la palabra latina ludus, que designaba todo lo relativo al ocio, el entretenimiento o la diversión.
Antiguamente, se utilizaba el término para referirse a cualquier forma de recreo, diversión y pasatiempo, y en este sentido, se le llamaban ludi a los grandes festivales públicos romanos, en los que se mostraban las grandes dotes del adiestramiento militar o de la habilidad para tocar instrumentos musicales.
La palabra ludus designó en Roma, además, a la escuela elemental primaria y pública que allí se creó en el año III antes de Cristo. La estructuración en tres partes (una hasta los doce años, otra de los doce a los dieciséis y otra luego, para perfeccionar la oratoria), que perdura hasta hoy, fue fundada en ese entonces. El modelo de la gratuidad ludus logró que el alfabetismo en Roma llegara a niveles nunca antes alcanzados en la historia de la humanidad.
El juego, elemento fundamental en la formación
El juego es una actividad que realizan todos los seres humanos porque es una necesidad intrínseca a su condición biológica y social: todas las personas necesitan una dosis de diversión y entretenimiento para poder enfrentar el desafío diario de vivir.
Se debe tener en cuenta que el juego es una actividad valiosa en la medida que su provecho es puramente inmediato. La vida de las personas está en muchos casos orientada hacia el futuro: el estudio para conseguir, el día de mañana, un buen trabajo; un buen salario para conseguir un buen nivel de vida, un buen nivel de vida para progresar en la escala social, y así sucesivamente sin que se llegue nunca a una meta final. Esto hace que se tenga la sensación de que la vida es una carrera permanente sin un punto de llegada.
El momento del juego es un momento de esparcimiento y disfrute por el disfrute mismo, sin una razón más que la del placer que produce la actividad recreativa. Este espíritu es fundamental en el juego, y vale la pena preguntarse qué sucede cuando el juego se profesionaliza o institucionaliza, como sucede con muchos deportes, en los que grandes sumas de dinero se mueven en torno a los deportistas de mejor desempeño: paradójicamente sucede que, por convertirse en tan popular y famoso un juego, pierde parte de su dimensión lúdica.
El juego en la niñez y la infancia
La actividad lúdica adquiere una especial importancia durante la niñez. El juego es el primer instrumento del que dispone (o debería disponer) todo niño para aprender y para conocerse. El juego es la única forma que tienen los niños de descubrir su forma de actuar y, especialmente, de interactuar con los demás.
El juego es el momento por excelencia para observar cómo es el comportamiento de un niño a la hora de concentrarse, pero también es el momento donde más se desarrollan algunas características centrales de la personalidad: la imaginación y la capacidad creativa, por ejemplo.
También se debe resaltar que el juego existe en la medida que sea una actividad compartida por muchos iguales, que deben aceptar determinadas reglas en pos de un objetivo: esto es un valor en sí mismo, y prepara a los niños para una parte fundamental de la vida en sociedad. Tal es la importancia del juego que se lo incluyó como un elemento clave en la Declaración de los Derechos del Niño, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1959.
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