Significado de marxismo
El marxismo ha sido una de las teorías modernas que se ha opuesto abiertamente al capitalismo, considerándolo como el peor de los males que el hombre ha conocido.
Teniendo en cuenta la fuente de inspiración del comunismo como tal, fue demonizado durante mucho tiempo. Sin embargo, subsiste como teoría crítica en ciertos círculos intelectuales.
Si revisáramos la etimología de la palabra marxismo, vemos que se compone del sufijo –ismo, clásico en las ciencias sociales y cuestiones políticas. Este sufijo es utilizado para hacer referencia al conjunto de conocimientos y prácticas a las que se adhiere con un cierto grado de fe, es decir, la adhesión a una teoría, sistema o conjunto de ideas.
Por ende, el marxismo es el conjunto de ideas políticas, económicas y sociales que fueron concebidas por Karl Marx (1818-1883) y su compañero Friederich Engels, continuada por un sinfín de intelectuales y políticos.
Ideas principales del marxismo
Karl Marx ha sido sin duda un de los intelectuales que más ha marcado el mundo desde los inicios de la Modernidad.
Es considerado uno de los tres «maestros de la sospecha«, usando la célebre categorización del filósofo Paul Ricoeur, que incluye a Friederich Nietzsche y Sigmund Freud, por su capacidad de análisis que develan los mecanismos más profundos y ocultos del mundo de su época, y cuyo pensamiento trasciende hasta la actualidad. Sus obras abarcan desde la filosofía hasta la economía y la política.
Partiendo de la base de entender las contradicciones del mundo capitalista y explicar el por qué de la explotación del hombre por el hombre, formuló su teoría entendiendo a la propiedad privada y al desarrollo acumulativo-especulativo como los fenómenos claves a tener en cuenta.
El marxismo en la filosofía
En el ámbito de la filosofía, Karl Marx tiene una relación ambivalente con la filosofía alemana del siglo XIX. Durante aquella época se encontraban muy en boga las ideas de Hegel, siendo éste uno de los grandes exponentes del Iluminismo y las ideas de la Ilustración.
Una de las principales tesis de este autor es la idea de dialéctica que, si bien tiene una larga tradición en la disciplina filosófica, en este autor tiene principal importancia. El proceso dialéctico es aquel en el cual contamos con una tesis, a la que se opone una antítesis y surge una síntesis, siendo esta última superadora a las dos anteriores.
Marx toma la idea de dialéctica, pero la reformula de una manera totalmente novedosa: esta dialéctica no será en clave metafísica y de «ideas», sino real, en el ámbito material.
Si contamos con la tesis de la propiedad privada a manos de la burguesía y una antítesis que es el descontento de la clase trabajadora y su fuerza de trabajo, la síntesis sería una sociedad donde los medios de producción estén en manos de los trabajadores.
Este carácter «material» es tomado de la corriente que lleva ese nombre en la filosofía, donde en contraposición a Hegel, formulaban la necesidad de ver al mundo tal y cual es, sin ser reducido a ideas abstractas. Marx realiza una síntesis de ambas corrientes, creando así el denominado materialismo dialéctico.
La filosofía como medio de transformación
Uno de sus escritos filosóficos más célebres fueron las «Tesis sobre Feuerbach», en el que en breves anotaciones (once para ser más exactos) explica sus críticas a la filosofía clásica alemana.
La tesis más conocida fue la tesis número once, la cual reza:
«Los filósofos no han hecho más que interpretar el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo».
Es en este punto donde se nota uno de los principales ejes de la teoría marxista: no se trata de una teoría económica o sociológica, sino que conlleva necesariamente a la praxis, al cambio de la realidad que denuncian.
Para entender la condición del hombre actual, Marx realiza un estudio de sociogénesis, es decir, intenta llegar a las formas más elementales de sociabilidad humana, para entenderlas y así explicar su desarrollo a lo largo de la historia.
Al hacer esta reconstrucción teórica, llega a la conclusión que lo que es inherente al hombre es el trabajo, ya que en él el hombre se relacionada con el que mundo que lo rodea, lo transforma y se transforma a sí mismo.
Luego de explicar los modos de producción esclavista, feudal, etc., llega lo que realmente le importa: el modo de producción capitalista. El sistema de capitalista tiene como principal elemento a los hombres libres que asocian según su voluntad para vender y comprar sus productos en un espacio (físico o metafórico) que es el mercado.
Sin embargo, Marx ve en ello un problema más profundo: no todos los hombres que se encuentran en el mercado lo realizan en la misma condición. Esto se debe esencialmente a que hay algunos que en el proceso de acumulación han adquirido los medios de producción (formando una de las dos clases que entiende Marx, la burguesía) y otros que sólo cuentan con su fuerza de trabajo para vender (el proletariado).
Marx y la economía
En cuanto a lo económico, hay algo a tener en cuenta en lo anteriormente dicho. Marx dedica la introducción de su gran obra «El capital» al análisis de la mercancía y sus características.
Según el autor, tenemos un valor de uso y un valor de cambio.
- El valor de uso: no se mide por una cantidad económica específica, sino que corresponde con el uso concreto que le otorgamos a algo (por ejemplo, el valor de uso de una cocina es cocinar).
- El valor de cambio: es el que decide lo característico del capitalismo, ya que es el valor que una determinada mercancía toma en el mercado, y no se decide sobre su utilidad, ni sobre otros productos en el mercado (ya que esto llevaría a un argumento ad infinitum).
Para determinar el valor de un producto se toma en cuenta el trabajo socialmente necesario, es decir, cuánto esfuerzo (medido en horas de trabajo) hay volcado en un determinado producto.
Ahora bien, como dijimos, el trabajo se presenta como una mercancía más, la única que el trabajador puede vender, aunque tiene una característica muy particular: es la única que produce valor, es una mercancía que produce otras mercancías.
Siguiendo este análisis económico, Marx explica que un obrero percibe un salario por la cantidad de horas que trabaja y no por la cantidad que produce (que siempre es más).
Este excedente no remunerado es lo que denomina plusvalía, base del enriquecimiento del capitalista, que utilizará para más maquinaria u obreros, y acentuar la situación actual, a menos que haya una toma de conciencia de clase (que el obrero entienda su rol en la producción y se revele abiertamente contra la clase burguesa) y se llegue por fin a una sociedad sin clases y sin propiedad privada.
El marxismo en la historia
El marxismo fue la base ideológica de la Revolución Rusa, conocida como la Revolución de Octubre, encabezada por los bolcheviques, liderados por Vladimir Lenin.
Si bien hay cierta controversia en cuanto a la cercanía o no al marxismo (Marx entendía que el Estado era una herramienta de la burguesía y Lenin la llevó a través del partido). La llegada de Stalin al poder, luego de la muerte de Lenin, y el exilio y asesinato de Trotsky, fue la traición de las ideas marxistas originales por la sustitución de un régimen despótico.
Si bien el marxismo había quedado sepultado luego de la caída del muro de Berlín, ha surgido en ciertos ambientes intelectuales como una herramienta de crítica a las contradicciones y continuas crisis del sistema capitalista.
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