Significado de Mercadotecnia

¿Qué es la «mercadotecnia»?

La mercadotecnia o marketing es una herramienta utilizada por la mayoría de las empresas del mundo para aumentar el nivel de ventas, y también para lograr que permanezcan fieles los clientes que ya la han elegido.

Si bien no todas las empresas recurren a estrategias de mercadotecnia, prácticamente se ha vuelto una condición imprescindible para el crecimiento de una organización. El hecho de que casi todas las grandes firmas hayan desarrollado estrategias para difundir sus productos y para alcanzar un incremento en el nivel de ventas hace que aquellas que no lo hacen estén expuestas a perder clientes.

A pesar del alto costo que implican, las empresas recurren a estas estrategias porque confían en que estas erogaciones se verán compensadas con creces por el aumento en las ventas y el posicionamiento en el mercado.

Estrategias de mercadotecnia

Las estrategias de mercadotecnia deben ser elaboradas con sumo cuidado y responsabilidad, en la medida que representan la manera más eficaz para la empresa de posicionarse en el mercado y atraer clientes, así como también de sostenerlos en la preferencia por el producto.

Es sabido que el sentido y la función primera del producto no pueden ser modificados, pero sí pueden ir ofreciéndose distintas presentaciones en cuanto a color, tamaños o formas. De allí en más, todo lo que transcurre entre la producción y la adquisición por parte del cliente corresponden a estrategias de mercadotecnia, con base en tres cuestiones principales: el precio, la forma de distribución y la forma de promoción.

Las distintas estrategias pueden apuntar a distintos objetivos en el corto o mediano plazo, pero está claro que el fin último de la empresa es maximizar el beneficio, por lo que se debe proyectar con la máxima precisión posible la modificación potencial en las ventas ante un cambio en cualquiera de esas tres variables.

La ejecución de un plan de mercadotecnia no se produce de un día para el otro, y mucho menos rápido se aprecian sus efectos: por el contrario, se trata de un largo proceso de definición del potencial cliente, para lo cual se deben estudiar los patrones psicológicos y sociológicos de estos con detalle.

Un cambio de dirección demasiado abrupto (por ejemplo, en los puntos de venta, o en los aromas, los colores o las palabras asociados al producto) podría generar confusiones y también podría hacer decaer la imagen del producto o de la empresa.

La supremacía de la publicidad

Así, indudablemente la publicidad repercute en el comportamiento de los consumidores. Muchas personas se creen inmunes a los efectos publicitarios, pero la mayoría de la gente ignora hasta qué punto tiene incorporados los conceptos que instalan las empresas a través de los medios masivos de comunicación.

Es sorprendente ver cómo algunas empresas, cuyos productos son reconocidos mundialmente desde hace décadas, insisten con publicidades y con modificaciones pequeñas de formas, colores o diseños, los que quizá pronto desaparecen persistiendo el producto y la marca: allí la publicidad no tiene la intención de difundir el producto, sino de dar el mensaje de que el producto sigue vigente y con mucho por vivir. La publicidad también tiene por misión reflejar los valores de la organización.

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