Significado de misoginia

La palabra misoginia proviene del vocablo griego μισογυνία y recibe su traducción al español como «el odio a las mujeres». La misoginia, en simples rasgos, tiene como definición el odio injustificado y aberrante hacia las mujeres de cualquier edad.

Al momento de esclarecer la existencia de misoginia, ésta puede encontrarse siendo practicada de diferentes maneras.

Características de la misoginia

La misoginia puede incluir actos sexistas, denigración y humillación hacia la mujer, como referente para conseguir placer, actos de violencia y repudio verbal, etcétera.

Diversos historiadores y especialistas han afirmado que la misoginia, a pesar de ser practicada en mayor proporción en mitologías pasadas, en la actualidad puede observarse en religiones que aún poseen rasgos de violencia y rebajes en contra de la mujer.

La misoginia según especialistas

El sociólogo Allan G. Johnson define a la misoginia como el repudio actitudinal, perteneciente como forma de cultismo, en contra de la mujer por el hecho mismo de ser mujer.

Johnson remarca también que la misoginia es la base central de toda sociedad dominada por hombres y que por lo tanto adoptan ideologías y pensamientos sexistas y machistas.

Michael Flood, sociólogo reconocido, por su parte define a la misoginia como el odio y repudio hacia la mujer en cualquier aspecto reconocible, tanto físico como mental.

Además remarca que la misoginia, si bien se encuentra en sociedades dirigidas por hombres, el impulso ideológico que se impone logra entonces que el odio no sea solo del hombre hacia la mujer, sino también entre mujeres.

La misoginia como fuerza política dentro de un Estado contribuye a manipular los diferentes sectores públicos y por lo tanto, a colocar a la mujer como inferior al hombre.

La misoginia en las diferentes religiones

La Antigua Grecia y los mitos

En la Grecia Antigua, la misoginia puede encontrarse como la forma de perjuicio más antiguo. La misoginia, entonces, en lo que respecta a la mitología griega, puede reconocerse a partir de la época de Hesíodo, quien afirma y narra que la raza humana, tan solo conformada por hombres, se encontraba en una relación armónica y pacífica con las deidades, hasta incluso se consideraban compañeros unos de los otros.

No obstante, el acto en que Prometeo decide robar a los dioses el secreto del fuego, un acto que representaba la falta de respeto y adoración hacia los máximos, rompió el ambiente conciliador entre hombres y divinidades.

Como consecuencia, Zeus, dios de todos los dioses, enfurecido, decide condenar al hombre con un mal que lo atormentaría toda su vida. Es entonces que envía a Pandora, la primera mujer en tocar la tierra, como el castigo prometido.

Pandora, la enviada como castigo para el hombre, traía con ella un recipiente, conocido como el recipiente de Pandora. El hermano de Prometeo, Epimeteo, queda deslumbrado por la belleza de la mujer y decide ir por ella, a pesar de las advertencias que Prometeo le había explicado sobre Pandora.

Una vez casados, la mujer no resiste ante la tentación de abrir el recipiente que por tanto tiempo mantuvo cerrado, por lo que al abrirlo desata los males que hoy radican en el mundo, como las enfermedades, la muerte, etcétera.

El budismo

(Misoginia. Ilustración)

En el Budismo, la misoginia, si bien no se encuentra en prácticas marcadas, contiene rasgos más leves pero en mayor cantidad. Bernard Faure, profesor en la universidad de Columbia, afirma que el Budismo no posee características sexistas profundizadas hacia la mujer, pero tampoco adopta una posición igualitaria consistente.

Llama la atención que las religiones monoteístas suelen ser las más misóginas, sobre todo las cristianas, en donde la figura divina recae en los hombres y las mujeres son meras servidoras.