Significado de Mito

¿Qué es un mito?

Un mito es un relato que da cuenta de los orígenes de alguna realidad sobre la base de sucesos sobrenaturales o extraordinarios. De este modo, un mito se cristaliza como una creencia establecida con relación a ciertos hechos improbables y sorprendentes, circulando habitualmente a través de las generaciones. Este término deriva del idioma griego, donde “mythos” significa “palabra” o “historia”. Al conjunto de los mitos que forman parte de una cultura se lo conoce como “mitología”, y esta es la que sustenta la cosmovisión de un pueblo dado.

Origen de los mitos

Aunque es común que los mitos remitan a tiempos remotos, primigenios, algunos narran y explican eventos importantes situados en tiempos posteriores al origen. La creación del Sol, de la Tierra y de la Luna, la muerte, la vida y los fenómenos meteorológicos son algunos de los temas centrales de los mitos, y es característica la participación en estos relatos de dioses y seres fantásticos, con poderes sobrehumanos. Siempre giran en torno a la idea de “creación y origen”, esto es, de cómo algo ha comenzado a ser. Se dice que en los mitos siempre existen contrarios irreconciliables. En cierta medida las explicaciones filosóficas y científicas surgidas en las culturas más modernas pasaron a desplazar a las míticas, y la palabra “mito” adquirió entonces una connotación negativa o peyorativa, al ser utilizada como sinónimo de “falso” o “falsamente adjudicado”.

(Significado de mitos. Mitología griega.)

(Significado de mitos. Mitología griega.)

La mitología más conocida, compleja y desarrollada tal vez sea la griega, de la que participan, según los estudiosos, hasta 30.000 divinidades en total. Los dioses del panteón griego adoptaban figuras humanas y representaban a las fuerzas del Universo, y curiosamente, eran impredecibles como el hombre mismo, por lo que a veces actuaban atendiendo a un estricto sentido de la justicia, mientras que en otras eran arbitrarios, crueles y vengativos. En general se conseguía el favor de estas divinidades mediante sacrificios, aunque a veces esto solo no servía.

Clasificación de los mitos

Existen diferentes tipos de mitos. Por un lado están los mitos teogónicos, que son los que cuentan el nacimiento de los dioses. Por ejemplo, en la mitología griega, la diosa Atenea nace de la propia cabeza de Zeus, su padre. Por otro lado están los mitos cosmogónicos, que son aquellos que tratan de explicar la creación del mundo. Son los más conocidos y los hay en gran número, asociados a diferentes culturas o cosmogonías.

Otra categoría son los mitos antropogénicos, esto es, los que refieren la aparición del ser humano como creado a partir de otro elemento de la naturaleza, que puede ser vivo o inerte (polvo, arcilla, espuma, etc.); por lo general estos mitos se integran en relatos cosmogónicos. Muy importantes son también los denominados mitos fundacionales, por ejemplo, acerca de cómo se fundó una ciudad. Quizá el más conocido de estos sea el mito de la fundación de Roma, a cargo de dos gemelos, Rómulo y Remo, que sobrevivieron al abandono gracias a haber sido amamantados por una loba. Otro aspecto relevante es el de la interpretación de los mitos. Se propone que estos pueden tener una lectura alegórica o bien simbólica.

En la mitología griega el dios principal es Zeus. Zeus gobernaba sobre los dioses del monte Olimpo y sobre los hombres, como si fuera un padre de familia. Cuando castigaba, utilizaba el rayo. En la mitología romana, un dios muy importante es Neptuno, dios del mar. La mitología escandinava también es muy rica, su dios principal es Odín, dios de la guerra, de la muerte, de la sabiduría, de la poesía y de la magia. Este es hijo del dios Bor y de la gigante Bestla,  y a su vez padre de de los primeros humanos: Ask y Embla.

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