Significado de Normas

¿Cuál es el significado de Normas?

En la mayoría de los casos, las personas cuando se organizan colectivamente necesitan determinar ciertos lineamientos de cumplimiento obligatorio en pos del bienestar común. Se conoce como norma a cada una de estas reglas y criterios de convivencia, dictados por alguna persona o institución que ha sido legitimada entre los alcanzados por esa norma, ya sea en el ámbito público o privado.

(Las normas son reglas y criterios de convivencia)

La existencia de una norma presupone el reconocimiento de una autoridad, y se vincula con el poder. En otra visión, la norma no es nada sin la sanción que la justifica, por lo que paradójicamente las normas que son tan necesarias para los seres humanos (para garantizar su libertad) sólo funcionan en la medida que garanticen la represión de ciertas acciones humanas.

Normas jurídicas y normas sociales

Luego de la difusión masiva de los medios de comunicación, y especialmente a partir del proceso de integración global que se produjo a fines del siglo XX, desde muchos ámbitos se comenzó a pensar en un sentido de la norma más allá de lo jurídico, ya que si una mayoría tan abrumadora del mundo respeta determinadas pautas culturales, se puede pensar que estas funcionan como normas, aun cuando no exista pena por su incumplimiento.

Usos, costumbres, modales, tradiciones, etc., forman parte del grupo de las normas sociales, cuya sanción no pasa de ser una recriminación o reproche por parte de otras personas. Las otras, las normas jurídicas, sí exigen un cumplimiento para todos los ciudadanos y su incumplimiento conlleva una sanción penal o civil.

Una tercera categoría podrían ser las normas internas, es decir, las que son de cumplimiento obligatorio en el interior de una organización (una escuela, un trabajo, por ejemplo): su incumplimiento no genera una sanción de orden público, sino una sanción que queda limitada a la propia organización.

La autoridad como justificación de las normas

La idea de la norma, como se indicó, remite necesariamente al concepto de autoridad legítima. De nada sirve una norma si su cumplimiento no resulta imperioso y es aceptado por cada uno de los integrantes de la sociedad. Se suele pensar que las normas tienen también un espíritu, es decir, un motivo por el que existen: el principio fundamental suele ser el de la defensa de la vida, de la propiedad y de la igualdad entre los individuos en forma de justicia.

En una situación ideal en la que estos valores estuvieran extendidos en toda la sociedad, no harían falta las normas, pues las personas vivirían regidas por su moral y no llegarían a incumplirlas. Se cree entonces en principio que la norma apunta a las excepciones, a las personas que no están en sintonía con los valores fundamentales de la sociedad en su conjunto.

Sin embargo, en los hechos, el incumplimiento de la norma es más común y la sanción busca ser un desaliento para que no se incurra en faltas. La autoridad deberá tener el monopolio del criterio de la sanción, y puede estar justificada por la vía legal (como en la gran mayoría de los países en la actualidad), pero también por motivos de carisma o de tradición por parte del líder en otros momentos de la historia. La sociología se ha ocupado en muchos casos de definir por qué las personas se organizan como lo hacen y aceptan ajustar su conducta a las normas más extendidas.

Normativa

Al conjunto de lineamientos en forma de normas se lo llama normativa. En cualquier ámbito donde se pretenda establecer una organización y criterios uniformes se aplica las noción de norma y de normativa, como en el tránsito o en el uso de una lengua o idioma.

En el primer caso (en el cual rigen las normas de tránsito, que todo conductor debe conocer), son las direcciones de vialidad las que imponen los criterios; en el segundo, son las academias de letras (en el caso del español, la Real Academia Española) las que fijan y difunden las normas lingüísticas.