Significado de Semántica

¿Qué es la Semántica?

La semántica es la rama de la lingüística que estudia las relaciones de significación de las palabras que empleamos a diario. Es un vocablo que proviene del idioma griego, donde semantikos significa «lo que tiene significado«.

Para comprender cuál es el alcance de la semántica, es preciso primero aclarar algunos conceptos básicos acerca del signo lingüístico. Sabemos que todo signo lingüístico tiene dos caras fundamentales: el significante y el significado.

(Significante y significado. Ejemplo.)

(Significante y significado.)

El significante son los sonidos (producto del conjunto de letras) que transmiten el contenido de una palabra, esto es, lo que escuchamos al pronunciar una palabra.

El significado es la imagen que surge en nuestra mente al escuchar (o leer) el significante. Existe un tercer elemento: el referente o elemento real, existente, al que se refieren tanto significado como significante. No es lo mismo la palabra que designa a un referente dado que el referente en sí mismo.

Ramas de la semántica

Las tres tipos o ramas fundamentales de la semántica son las siguientes:

  • Semántica lingüística: trata de la codificación y decodificación de los signos lingüísticos.
  • Semántica lógica: estudia las relaciones lógicas entre el signo lingüístico y la realidad.
  • Semántica cognitiva: intenta explicar por qué nos comunicamos y cuál es el mecanismo psíquico que se establece entre el hablante y el oyente durante la comunicación.

Connotación y Denotación

El significado, esto es, la imagen mental que surge al escuchar una palabra dada, es producto de una serie de rasgos conceptuales que todos los usuarios de una lengua asocian de manera general a un significante. No obstante, es conveniente distinguir entre denotación y connotación.

  • La denotación está determinada por los rasgos conceptuales objetivos, independientemente del contexto. Constituye el núcleo semántico fundamental y es común a todos los hablantes. Es el significado llano, que encontraríamos en cualquier diccionario.
  • La connotación, por el contrario, comprende los rasgos conceptuales subjetivos, las significaciones añadidas a una palabra en virtud de factores socioculturales, históricos, etc., y también contextuales. Dependiendo de los hablantes, una misma palabra puede tener connotaciones distintas.

Relaciones entre significantes

Homonimia: dos palabras son homónimas cuando su significante es el mismo, es decir, están compuestas por los mismos fonemas, pero difieren en sus referentes.

Algunos homónimos son también homógrafos, esto es, coinciden exactamente en grafía (ejemplo: vino ─bebida alcohólica─ / vino ─del verbo venir─), en tanto que otras son solo homófonas, pues coinciden en sus sonidos pero diferentes en sus grafías. Ejemplo:  aya (criada) / halla (verbo hallar).

(Ejemplo.)

Relaciones entre Significados y Significantes

Monosemia: cuando a un significante le corresponde un único significado. Es la situación más común.

Polisemia: se produce cuando un mismo significante puede tener diferentes significados. Ejemplo: banco (asiento), banco (empresa financiera)

Sinonimia: dos palabras son sinónimas si tienen significados muy parecidos pero diferente significante. Algunos autores distinguen entre sinonimia conceptual (listo/inteligente), sinonimia connotativa (listo/zorro) y sinonimia contextual (listo/preparado).

Relaciones entre Significados

Campo semántico: es el conjunto de palabras que se asociación entre sí  en virtud de su significación, es decir, que tienen un sema común, pero entre las cuales se pueden establecer diversos tipos de relaciones.

Hiperonimia e hiponimia: un hiperónimo es una palabra cuyo significado abarca al de otras, que respecto de aquella se conocen como hipónimos. Ejemplo: color es el hiperónimo de verde, azul, rojo, violeta, etc. Son relaciones de inclusión. También existen relaciones lineales, por ejemplo, con los días de la semana o los meses del año. Se denomina a estos últimos cohipónimos.

Antonimia: existe cuando el significado es el opuesto. Ejemplo: frío y calor, claro y oscuro. Algunos agregan aquí relaciones de oposición por complementariedad, donde  la negación de un elemento supone la afirmación de su contrario (cruento/incruento).

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