Significado de sentimiento
El sentimiento es una disposición emocional hacia una cosa, persona o situación, que se genera por una impresión afectiva que le genera dicho objeto.
Es una respuesta cerebral no sólo de los humanos, sino también de los animales. Esta actividad neurotransmisora es una necesidad biológica que le lleva a reaccionar a los acontecimientos de la vida.
Los diversos tipos de sentimientos que resulten a partir de este funcionamiento cerebral permiten entender las eventualidades como positivas o negativas.
Algunos de los neurotransmisores implicados en esta operación son la dopamina, noradrenalina, serotonina, entre otros, algunos famosos por ser los responsables de la felicidad.
Cómo opera el sentimiento
Como se señalaba anteriormente, el sentimiento es una respuesta neurológica frente a estímulos emotivos, esta reacción se asocia a esos eventos y se aprende a clasificarlos, entendiéndolos en diferentes contextos.
Cuando los estímulos emotivos se sostienen en el tiempo, surgen los sentimientos como el amor, el cual tiene una base biológica asociada al sistema límbico.
Esta retroalimentación entre las descargas neurotransmisoras y el objeto desencadenante hace que se mantenga un poco más el flujo de carga emocional. Los diferentes estímulos pueden potenciar el sentimiento o contrarrestarlo.
El equilibrio emocional
Los sentimientos funcionan equilibradamente, cuando hay uno coexisten otros, cuando se esfuma uno aparece otro, es una cadena de energías cerebrales que son necesarias para mantener a los seres vivos atentos y que puedan responder a los hechos.
De esta forma, cuando se acaba con un anhelo, pueden aparecer dos otras posibles respuestas como la vehemencia o la frustración.
Para que exista un equilibrio emocional se necesita de un sentido o una razón, por ello el aprendizaje, la organización y clasificación de los mismos son la base para lograrlo. De esta forma se alcanza la sensación de satisfacción, de lo contrario la psiquis se puede ver perturbada, dando paso, por ejemplo, a trastornos del ánimo.
Los sentimientos y el aprendizaje
Si bien los sentimientos tienen una causa biológica, existe un aprendizaje posterior cuando las especies se relacionan con el entorno.
Es fundamental para poder comprender de qué se tratan estas respuestas fisiológicas, desde el ponerle nombres como amor, decepción, frustración, anhelo, placer, etc., hasta aprender cómo poder manejarlos o manifestarlos de forma adecuada. En este sentido la socialización cumple un papel importante.
La familia y los sentimientos
Los padres, las familia o los tutores a cargo, son esenciales para poder promover una correcta identificación, tanto de las emociones como de los sentimientos y ayudar a la expresión saludable de las mismas.
Aunque a menudo se ha enseñado, mayormente al género masculino, a no expresar ciertos sentimientos que se asocian al género, es decir, el hombre no puede mostrar que está triste, ni la mujer amor por un hombre casado. Cuando se está expuesto constantemente a estas prohibiciones, las perturbaciones psíquicas pueden ser mayores.
Amor y odio
Son los dos sentimientos universalmente conocidos y opuestos en los cuales parecen armarse los otros:
1. El amor incluye todo lo relacionado con el bienestar, la felicidad, el placer, la armonía y en la literatura está asociada al romanticismo.
2. El odio es todo lo opuesto, representa la maldad, la ira, el enojo, el enfado, es el malestar que levanta el rencor, la venganza, entre otros.
En este sentido encontramos la organización de los sentimientos como bueno o malo, contrapuestos que parecen excluyentes. Sin embargo, ambos no pueden existir el uno sin el otro, no se puede conocer lo bueno si no se ha sido testigo de lo malo.
Una misma persona puede sentir odio y amor pero por objetos distintos, incluso en algunos tipos de personalidad se puede pasar de un estado a otro en base al mismo elemento.
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