Significado de Sigla
¿Qué significa «sigla»?
Las siglas son una de las dos categorías de abreviaciones gráficas más comunes (la otra es la de las abreviaturas). La brevedad y la simplificación son atributos deseables en la redacción en general y en la redacción técnica, científica y administrativa en particular. Es por esto que en dichos contextos a menudo se emplean siglas.
Se trata de representaciones gráficas simplificadas para la escritura de expresiones complejas que incluyen más de una palabra. Por lo común las siglas se conforman por la yuxtaposición de las iniciales de las palabras que componen la expresión, omitiendo aquellas sin carga semántica, es decir, artículos y preposiciones. Normalmente se utilizan letras mayúsculas y no se dejan espacios ni se colocan puntos entre estas. Por ejemplo, la sigla que representa a la Organización Mundial de la Salud es OMS.
Aunque antes se usaban más que nada para simplificar en la escritura los nombres de instituciones, organizaciones y empresas, hoy en día se ha extendido su uso a todos los ámbitos y permiten representar de manera sucinta conceptos, objetos, sistemas, etc. en un sinnúmero de situaciones
Esto se vuelve especialmente útil cuando en un mismo texto se ha de emplear de manera recurrente una expresión compleja. Dos son los principales cuidados que se deben tener al emplear siglas en un texto:
- Usarlas con cierta moderación, pues resulta un tanto desagradable un texto sobrecargado de siglas
- Asegurarse de que el lector podrá interpretar el significado de la sigla.
Para satisfacer este último requerimiento, lo usual es que la primera vez que se menciona la expresión compleja en un texto se haga escribiéndola de manera completa, y a continuación entre paréntesis se indique la sigla que de allí en adelante la representará. Alternativamente se puede escribir por primera vez la sigla y luego entre paréntesis aclarar la expresión completa. O confeccionar un listado de las siglas y sus significados al comienzo del texto.
Siglas y acrónimos
En una gran proporción de casos la sigla adquiere una estructura que resulta impronunciable (sobre todo, si no incluye vocal intermedia), y para nombrarla no hay más opción que deletrear los grafemas que la componen (por ejemplo, DNI se leerá “de, ene, i”). Pero en otros casos, esta sí es pronunciable como una palabra cualquiera. A estas siglas en particular se las llama acrónimos.
Y los acrónimos a menudo acaban por lexicalizarse, esto es, por asimilarse a la lengua común y recibir el tratamiento ordinario de palabra, y ya no de sigla. Esto explica por qué, por ejemplo, anteriormente se escribía OVNI (objeto volador no identificado) como sigla, con mayúsculas, y en la actualidad se escribe “ovni” (con minúscula). Los nombres propios, aun lexicalizados, conservarán la mayúscula inicial (ejemplo: Unesco, Conicet).
Un detalle de las siglas es que en español no se pluralizan en la escritura (sí en la oralidad, de ser necesario). Por este motivo no es correcto escribir “s” minúscula tras las siglas en español, aun cuando deban tener valor de plural. Ese sentido podrá otorgarse usando el artículo en plural (ej.: se les solicita a todas las ONG presentar anualmente un informe de actividades).
Se trata este de un error relativamente frecuente por influencia del inglés, idioma en el que sí se suele escribir “s” minúscula (precedida o no de apóstrofo) tras la sigla, para pluralizarla. Los acrónimos lexicalizados, en cambio, sí se pluralizan como una palabra ordinaria agregando “s” o “es”, según corresponda (ej.: ovnis).
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