Significado de Valiente

¿Qué es «valiente»?

El concepto de valiente refiere a la persona que posee la cualidad de la valentía, que se entiende como una virtud de carácter. Se puede afirmar que casi todas las personas configuran en su mente las situaciones que creen ser capaces de soportar y aquellas que, por el miedo o el riesgo que entrañan, preferirían no tener que afrontar; y se considera valiente a la persona en quien predominan las primeras.

(Valiente. Ilustración)

(Valiente. Ilustración.)

Aunque sea cierto que la valentía radica en tener pocas barreras mentales que generen miedo, la clave está en encontrar el momento y el modo de ir venciéndolas. La valentía se pone de manifiesto cuando las personas realizan acciones que para otros serían por demás arriesgadas.

Se exime de la categoría de valiente a quien, en verdad, no es capaz de dimensionar los riesgos o las consecuencias de algo y se lanza a hacerlo sin más: se trata, más que de valentía, de inconsciencia o irresponsabilidad.

La cotidianidad de los actos valientes

Si bien la valentía parece algo lejano y épico, como cuando el hombre enfrentaba a bestias salvajes en épocas pasadas, este atributo aparece también en la cotidianidad del ser humano, y día a día se va demostrando la capacidad de superar los miedos y las inseguridades, y de lanzarse a dar batalla a las injusticias.

Es un acto de valor y de valentía encarar esas batallas, que suelen volverse muy desgastantes. Casi todas las personas atraviesan a lo largo de su vida situaciones difíciles (enfermedades prolongadas, problemas de trabajo, familiares, etc.) en las que se pondrá en juego su entereza y valentía para poder superarlas.

Sin embargo, no hay recetas para transformarse en un sujeto valiente: simplemente se trata de valorarse y de crear modelos de conducta, o de tomar pequeños ejemplos del entorno cotidiano.

El mérito de la valentía: los riesgos impredecibles

Hasta ahora se ha explicado la valentía en los casos donde la racionalidad puede aplicarse, es decir, cuando los peligros están claros y determinados, y la persona está en pleno uso de sus facultades mentales para considerar las ventajas y desventajas de su accionar.

Sin embargo, parte de la épica de los actos valientes se centra en las situaciones en las que esto no ocurre, cuando los peligros no están del todo claros y la persona involucrada no está en el mejor momento de hacer un balance racional del riesgo.

La mayoría de las historias populares que ensalzan la valentía de héroes remiten a hombres y mujeres que se lanzaron a enfrentar el peligro en momentos donde no sabían los riesgos a los que se exponían. Las historias de resistencia a grandes genocidios o las revoluciones que mejoraron la calidad de vida de los pueblos se han forjado gracias a estos valientes.

A veces la cotidianidad también encuentra a las personas en situaciones límite donde la valentía es un componente heroico, y en muchos casos estos valientes no son tan reconocidos como aquellos que pasan a los libros de historia: bomberos voluntarios, médicos sin fronteras, misioneros religiosos, cruz roja internacional, voluntarios de Unicef, etc., son personas que a veces  arriesgan su vida por la vocación de salvar a los demás.

A veces es difícil dimensionar la magnitud de este tipo de valentía, que es la que hace pensar en un mundo mejor, sobre todo, más humano.

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