Significado de Vértigo
¿Qué es «vértigo»?
El término vértigo (del latín vértigo) hace referencia a un trastorno en el sentido del equilibrio, que provoca una sensación alucinatoria o ilusoria de que los objetos circundantes están en movimiento o de que el propio cuerpo está realizando un movimiento giratorio, lo cual implica una sensación de falta de estabilidad.
Otro significado del término hace referencia al frenesí con el que puede actuar una persona, o a la velocidad con la cual transcurre la actividad humana en ciertos ambientes o contextos. Usualmente se considera que la vida en las grandes ciudades modernas suele estar caracterizada por el vértigo producto de la rutina frenética urbana.
El vértigo como un trastorno médico
El sentido del equilibrio y la orientación espacial surgen de una compleja y estrecha relación entre la vista, el oído, el sistema vestibular (ubicado en el oído interno), el tacto y el cerebro.
El vértigo está asociado directamente con trastornos del oído interno, del sistema vestibular, el tronco cerebral o la corteza cerebral, afectando la percepción del entorno y la capacidad de mantener el equilibrio. Esta afección de los sentidos puede desencadenarse por diversas causas, pero entre las más comunes se encuentran las infecciones de oído (especialmente del sistema vestibular, directamente relacionado con el equilibrio), los traumatismos craneales que afectan ciertas áreas como el tronco o la corteza cerebral, los tumores cerebrales, las cardiopatías, las altas presiones arteriales, entre otras.
Usualmente la sensación de vértigo suele ser provocada o desencadenada por la altura, la aceleración, la lipotimia, la agorafobia u otros trastornos psicológicos.
El vértigo suele producir en la persona que lo padece efectos tales como náuseas, mareos, vómitos, nerviosismo, dolores (principalmente de tórax), desmayos, convulsiones focales, etc.
Tipos de vértigo
Se suelen identificar dos clases de vértigo diferentes. Por un lado, se encuentra el vértigo periférico, que se manifiesta como una crisis de breve duración e implica afecciones auditivas, taquicardia y sudoración. Este tipo de vértigo suele ser causado por un cambio brusco o repentino en la posición del cuerpo de la persona, con lo cual desaparece tras un corto período de tiempo.
Por otro lado, el vértigo central se manifiesta a través de una sensación continua, que es provocada por afecciones más serias como la migraña, la epilepsia, los tumores, la esclerosis múltiple y ciertos virus. En este caso, no se dan síntomas de alteraciones auditivas de ninguna clase, y existen tratamientos vinculados a la fisioterapia, los medicamentos, intervenciones quirúrgicas o, en algunos casos más leves, el reposo.
Otra forma de distinguir los tipos de vértigo es la distinción entre el vértigo objetivo, en el cual desde la perspectiva de la persona es su entorno el que parece moverse a lo largo de su campo de visión (lo más frecuente), y el vértigo subjetivo, en el propio cuerpo el que parece estar moviéndose y girando en relación a los objetos.
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