Significado de Violencia

¿Qué es la «violencia»?

La violencia es la emoción que subyace al agredir de forma física o psicológica a otro sujeto, atentando contra su integridad. Desde épocas remotas, la violencia se asoció con la idea de fuerza física. Los romanos llamaban “vis” o “vires” a la voluntad de uno que se impone sobre la del otro. En el Código de Justiniano, aparece la expresión vis magna cui resisti non potest (“fuerza mayor que no se puede resistir”). De este término latino se derivó “violentus”, que se puede traducir como “violento, furioso impetuoso‘’.

(Violencia de Género. Ilustración)

(Violencia de Género. Ilustración)

Son muchas las formas en que la violencia se manifiesta entre los individuos, y esto es materia de intenso estudio de diversas ciencias como la sociología, la filosofía, pero especialmente de la psicología: la investigación psicológica para entender el motivo por el cual el hombre recurre tantas veces a la violencia (cuando sería mucho mejor para todos dejarla de lado) es una preocupación permanente en la historia del pensamiento humano, y tiene muchas respuestas tentativas.

Aparentes causas de la violencia humana

Una respuesta muy elemental es que la violencia es inherente al ser humano, y la batalla que se realiza es con uno mismo, por evitar esta manifestación. Grandes pensadores de la historia como Thomas Hobbes son partidarios de esto, y consideraron que la organización en sociedad es una herramienta crucial desde la cual los hombres, por conveniencia, aseguran su vida: el temor a la fuerza de los demás y la voluntad de preservar la vida es más fuerte que esa necesidad de violentar, de agredir, y por eso terminan organizándose colectivamente.

Desde el punto de vista biológico, algunos neurólogos consideraron que son los elementos químicos del cerebro humano los que le dan esta conducta. La testosterona, la hormona responsable del apetito sexual en los hombres y también de la particular agresividad de este género; la adrenalina producida en los momentos de alta tensión emocional y la dopamina, que es el compuesto químico que genera una sensación de placer cuando una persona triunfa, son tres de estos elementos que aparecen en nuestro cuerpo y justificarían una tendencia natural a la violencia.

Manifestaciones individuales de la violencia

Lamentablemente, el lugar en el que la violencia suele ponerse de manifiesto con mayor frecuencia es el propio hogar, donde cohabita la familia. Las personas canalizan muchas veces los problemas que tienen en su vida laboral, social, de pareja, etc., en su propio hogar, y la violencia familiar es una triste pero habitual expresión de esto.

La Declaración de la ONU sobre Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, aprobada el 20 de diciembre de 1993 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, acuña la expresión violencia de género o violencia contra las mujeres para referirse a todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino, que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para las mujeres, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública o privada.

Es decir que no se trata únicamente del daño físico, sino también del emocional o de cualquier tipo de abuso de poder. La violencia laboral o la violencia escolar (muy ligadas a la figura del “acoso”), sobre las que se está investigando tanto en los últimos años, son otras manifestaciones de la imposibilidad de algunos sujetos de comunicarse por una vía pacífica y respetuosa, provocando angustias y dolores innecesarios.

Expresiones sociales de la violencia

Mucho también es lo que se ha estudiado acerca de la violencia de las personas para con la sociedad misma. Los ejemplos más claros de ello son el robo, el vandalismo y los atentados contra el medio ambiente, o el maltrato de los animales. Esta violencia es de carácter anónimo y no está motivada por un desprecio o un odio de una persona hacia otra, sino más bien en una desconexión de los principios que nos unen.

La ley existe en la mayoría de los países civilizados para recomponer esos lazos y esa cohesión social. Se considera que la motivación de esta acción violenta puede ser la exclusión social o la falta de acceso a algunas cosas elementales. Esta violencia estructural que se produce cuando las personas no ven satisfechas sus necesidades y sienten una frustración permanente es sumamente peligrosa, puesto que suele reproducirse a lo largo de las generaciones.

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